No sé si os ha pasado, o es que yo soy una chica muy strange, pero con la llegada del verano y el post- verano mis pobres piececitos están deseando que llegue lo odiado por mí, el frío. ¿Es raro, no? es decir, los pies contemplando el invierno como el paraíso y yo como el infierno. Además, no os habéis preguntado ¿Cómo es posible que cuanto más tapado el pie menos sufre y cuanto más liberado está hecho una pena?
Pues yo, después de probar mil y una crema, lociones, marcas caras, baratas, de las que huelen genial, de las que huelen a cáñamo etc... Este otoño me pasé por la farmacia y me ha dado la ansiada crema que ha terminado con mis rozaduras y demás cosillas (que aquí no cuento por si se cruza un machote a leenos y no vaya a pensar que mis pies son horribles), porque de otra cosa no, pero de mis pies estoy encantada...pequeños, un 37, pero monísimos.
Bueno a lo que vamos, pues mi gran descubrimiento como seguro que el de muchas ha sido la crema de pies ultra hidratante de Neutrogena ( Fórmula Noruega). Una crema que, además de ser super fresquita, promete reparar visiblemente los pies y los talones en 3 días y dicho y hecho....a lo mejor son 4 pero reparados quedan.
Viene en un bote de 100 ml ( a mí me vino con 2 botes, así que uno se lo dí a mi madre porque cunde bastante). Entre sus virtudes están:
- Deja la piel suave e hidratada
- Rica en glicerina y vitaminas
- No deja película grasa y no mancha
- Recomendado para el pie diabético
El bote, bueno los dos me costaron como 17 €, sí un pelín caro pero son 2 botes.
Y yo me pregunto ( se nota que soy periodista, eh?) como habiendo usado la crema de manos que me fue de maravilla he tardado tanto en usar este producto de la misma línea. Besos, Martha.
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